El Susurro del Planeta
En un rincón del vasto azul,
donde los árboles susurran y el viento canta,
allí donde el sol besa el rocío de la mañana,
y la luna guarda los secretos del bosque,
se teje la historia de nuestro único hogar.
Ríos que danzan entre montañas y valles,
llevando vida, melodías de antiguos relatos,
sus aguas, espejos del cielo, refugio de estrellas,
nos cuentan que somos gotas en la inmensidad.
Bajo la sombra generosa de un árbol milenario,
se encuentra el eco de nuestros ancestros,
raíces que abrazan la tierra, fuertes, profundas,
recordándonos que de ella nacimos,
y a ella debemos nuestra existencia.
Las aves, en su vuelo, pintan el aire,
con colores de esperanza, libertad y sueños,
nos enseñan que el cielo no tiene límites,
que juntos, podemos alcanzar horizontes lejanos.
Pero este canto de vida enfrenta tormentas,
creadas por manos que olvidaron cómo escuchar,
ríos que lloran, bosques que callan,
un mundo que clama, pidiendo compasión.
Es hora de escuchar, de abrir los ojos,
de entender que cada acción deja una huella,
de sembrar más que cosechar,
de cuidar más que tomar.
Que este poema sea un recordatorio,
un llamado a cada corazón que late en este planeta,
a cuidar, a amar, a proteger nuestro hogar,
porque en la armonía con la naturaleza,
encontramos nuestro verdadero lugar.
Que las futuras generaciones hereden un canto,
no un lamento, que puedan bailar en ríos limpios,
descansar bajo la sombra de árboles robustos,
y volar alto, muy alto, como las aves en el cielo.
Porque al final, solo hay un susurro que importa,
el del planeta, nuestro hogar,
pidiéndonos volver a vivir en equilibrio,
en un mundo donde el amor por la naturaleza,
es el legado más precioso que podemos dejar.
Este poema busca capturar la belleza del medio ambiente y la urgencia de protegerlo, presentado de manera que personas de todas las edades puedan entender y sentirse inspiradas a cuidar nuestro planeta.